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Beneficios de la jubilación activa

Quizá estés ya contando los meses que faltan para tu jubilación. O tus padres o tu pareja estén a punto de hacerlo. El retiro del trabajo se ve como un merecido descanso tras décadas de dura dedicación y esfuerzo. La jubilación es una nueva oportunidad para disfrutar, aprender y mantenerse activos y activas. Ya no necesitas despertarte cada día a las siete de la mañana, pero levantarte con ilusión y planificar tu nueva vida puede ser muy motivador.
Según el INE (Instituto Nacional de Estadística) la esperanza de vida a los 65 años de edad es de unos 22 años (hombres 20 años y mujeres 23 años), lo que vienen a significar más de dos décadas de vida tras el fin de la etapa laboral.
Beneficios
Una jubilación activa puede tener varios efectos beneficiosos para cualquier persona.
- Bienestar físico: Mantener la actividad física y, sobre todo, adoptar rutinas de ejercicio (por ejemplo, actividades de bajo impacto como caminar, yoga o Tai Chi) ayuda a prevenir la pérdida de masa muscular (sarcopenia), a fortalecer los huesos y a mejorar la función cardiovascular. La natación o la gimnasia ligera pueden ser otras buenas alternativas.
- Bienestar mental: Aprender y estudiar, realizar cursos y talleres son una buena motivación intelectual. Profundizar en tus temas favoritos y que te generen curiosidad es una gran idea.
- Beneficios sociales: Mantenerse ocupado y socialmente integrado favorece el bienestar psicológico, reduce el riesgo de depresión y soledad, y refuerza la autoestima al conferir un sentido de propósito y utilidad. Pasar más tiempo con tus amistades, fortalecer algunas relaciones que tenías abandonadas y crear otras nuevas harán que te sientas feliz.
Disfruta de tus nietos
Al dedicar tiempo a sus nietos, los abuelos no solo fortalecen el vínculo familiar y transmiten valores y tradiciones, sino que también mejoran su propia calidad de vida. El cuidado de los nietos puede proporcionarles un sentido de propósito y satisfacción, lo que a su vez puede mejorar su salud mental y física.
Además, esta interacción intergeneracional ayuda a mantener a los abuelos activos y conectados con la sociedad, reduciendo el riesgo de aislamiento y depresión. En última instancia, el rol de los abuelos en la crianza de los nietos es mutuamente beneficioso, enriqueciendo tanto la vida de los niños como la de los mayores.
Voluntariado: Dar sentido a esta nueva etapa
Ahora que tienes más tiempo libre, realizar actividades de voluntariado es una buena manera de ocuparlo, ayudar a la sociedad y sentirte bien. Para ello existen asociaciones como Nagusilan, Cáritas o Cruz Roja. Seguro que encuentras el que se adapte a tus necesidades e intereses.
Formación: Aprender sin límites
Quizá en su momento por falta de tiempo, de dinero o por responsabilidades familiares no pudiste estudiar lo que querías. Existen multitud de cursos y talleres para personas mayores, para aprender idiomas o tecnología, o hasta universitarios como Deusto o la UPV-EHU.
Emprendimiento: Un nuevo comienzo profesional
Otra opción es el emprendimiento. Con el futuro resuelto, puedes crear un proyecto ilusionante o apostar por esa idea que en su momento no te atrevías. Muchas personas jubiladas con larga trayectoria profesional optan por ofrecer asesoría a empresas o emprendedores. Su experiencia en áreas como gestión, finanzas, recursos humanos o tecnología resulta especialmente valiosa para pequeñas y medianas empresas.
Disfrutar sin preocupaciones
Planificar el futuro a través de planes de pensiones es esencial para garantizar seguridad financiera en la jubilación, mejorar la calidad de vida y enfrentar desafíos económicos que surgen al dejar de trabajar. La seguridad económica permite afrontar los desafíos del envejecimiento demográfico y aporta beneficios fiscales y rentabilidad del ahorro. Además, así disminuye el estrés financiero y se reduce el impacto en familiares.
La jubilación activa beneficia al individuo en el aspecto físico, mental y social. Así se fomenta un envejecimiento saludable, se preserva la independencia personal y se fortalece la cohesión social intergeneracional. La amplia gama de actividades disponibles –desde el ejercicio físico hasta la participación en actividades culturales y educativas– ofrece a las personas mayores la posibilidad de diseñar una vida post laboral enriquecedora, adaptable a sus intereses y necesidades.
No debes ver tu jubilación como un retiro forzado, sino como una oportunidad de realizar los sueños que quizá en su momento no pudiste cumplir por falta de tiempo o dinero. Ya sea aprender ese idioma que siempre te atrajo, la tecnología que te permite conectar con tus nietos o una carrera que te motive intelectualmente, sin buscar réditos. Establecer rutinas activas, salir de casa, levantarte del sofá y conocer otras personas con intereses similares es un aliciente para disfrutar de dos décadas relajadas y sin presión laboral. Ir al gimnasio, jugar a pádel o hacer yoga pueden hacerte sentir mejor y crear nuevos vínculos sociales.
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